Por: Lcdo. José Efraín Rodríguez Agosto, MPsy, MBA – Psicólogo

BA – Diseño Comercial Publicitario

Los descuentos del “Black Friday” y “Cyber Monday” juegan un papel estratégico en el mercadeo y las ventas de los productos comerciales. Esto sucede tanto en los establecimientos como en las plataformas de venta en línea. El “Black Friday” y “Cyber Monday” tiene como objetivo estimular un incremento del consumo en los individuos. Esto tiene un impacto psicológico directo, ya que la publicidad busca crear necesidades en las personas. A continuación, compartiré las claves para que tus motivaciones sean las correctas al momento de realizar tus compras y no controladas por el condicionamiento al consumo.

Identifica el sentido de urgencia

La proximidad a las fiestas navideñas sirve como detonante para que la prisa por adquirir los regalos de la época aumente de forma significativa. Antes de pensar que no podemos dejar pasar la oportunidad de adquirir un artículo en oferta, hay que reflexionar si adquirirlo es una prioridad o un capricho. Los descuentos son estrategias implementadas para modificar nuestra interpretación de la verdad, haciéndonos creer que al realizar una compra a rebajas ahora, evitará tener que pagar más después.

La idea de que la felicidad se puede comprar

Saber cómo manejar nuestras emociones influencia las decisiones económicas que tomamos. Conocer la realidad nos libera de reaccionar a las necesidades creadas por nuestra percepción. No debemos obedecer a los mensajes promocionales que prometen mejorar su vida o las de los suyos al adquirir un artículo. Usted conoce sus verdaderas necesidades, establezca límites cuando otros intenten persuadirle de qué realmente es lo necesita. La satisfacción que produce nuestra mente, al imaginarnos con el producto, generará un sentimiento de satisfacción elevado que luego no podremos deshacernos de él. De este modo nuestra conciencia se bloquea, quedamos sin criterio y terminaremos comprando solo por placer.

No es una tradición

Es necesario establecer que el “Black Friday” y el “Cyber Monday”, han sido asimilados por la población como patrones del consumo colectivo. Las grandes empresas lo que buscan es que nos convirtamos en sus clientes. Su meta es conseguir vendernos lo que ellos quieren y al precio que ellos ya determinaron. La estrategia principal consiste en que el consumidor vea que el precio inicial era mucho más alto, que ahora es una oferta, pero solo estaremos pagando el monto que le ayudará a ellos a alcanzar sus proyecciones en recaudos.

Tal vez nuestros pensamientos sean dirigidos por la idea de que merecemos ser recompensados, que lo darnos el gusto no es nada malo. Sin embargo, el acto de comprar de forma impulsiva terminará generándonos sentimientos de culpa. Las compras no llenarán las carencias emocionales ni los vacios existenciales. Al no establecer límites permitimos que el ritual de consumo nos controle. No tenemos que poner en riesgo el bolsillo. De otro modo las preocupaciones aumentarán por las deudas adquiridas, la ansiedad del repago nos abrumará y podemos llegar a deprimirnos por haber agotados los fondos. Si para hacer feliz a otros o a ti mismo debes ceder a la compra de productos, sin quererlo te conviertes en un esclavo de las empresas comerciales. Administremos bien los recursos para que gocemos de una época navideña con plenitud.

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